REDUCCIÓN DE MAMAS

Unas mamas grandes o desproporcionados pueden condicionar incomodidad, problemas de autoestima así como molestias de espalda, alteraciones posturales, dificultades a la hora de vestirse e irritación de la piel en las zonas de pliegues.

La mamoplastia de reducción, en Las Palmas, es una cirugía generalmente muy bien aceptada por la paciente, que se adapta rápidamente su nueva imagen corporal.

La intervención está dirigida a reducir el tamaño de la mama así como el de la areola. Existen diferentes técnicas dependiendo del tamaño de la mama y por lo tanto del volumen a extirpar. Se realiza bajo anestesia general, con una noche de ingreso hospitalario mínima. La paciente sale del quirófano con el sujetador colocado y generalmente se deja un drenaje en cada mama durante las primeras 24 horas.

El postoperatorio no presenta grandes particularidades y las molestias se controlan con antiinflamatorios.

Las cicatrices resultantes pueden ser alrededor de la areola, con una prolongación vertical hacia el surco submamario, o en "T invertida". El cuidado de las cicatrices se realiza con el uso de un antiséptico en el postoperatorio inmediato, hidratación de las mismas a partir de las dos semanas y la utilización de parches de silicona que recomendamos usar entre 4 y 6 meses según veamos la evolución de las mismas. En general las cicatrices de la mamoplastia de reducción suelen tener una evolución muy favorable, pero debemos tener en cuenta que hay factores individuales y externos que condicionan que éstas sean de mejor calidad.

Aunque las complicaciones no son frecuentes, como en cualquier otra cirugía puede producirse hematoma o infección. Más específica de esta cirugía sería la necrosis grasa, que puede ocurrir en algunos casos.